COMIENZO CER 2022/2023

Estimad@s gestor@s:  

 

Como nos estáis diciendo, con estos calores, los celos de los gatos se han trastocado y antes de que haya más hembras preñadas comenzaremos el CER 2022-2023 en base al convenio firmado con Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga. Aún no disponemos más que de una parte del dinero, de modo que empezamos con cautela hasta que nos ingresen el resto.  

 

A PARTIR DEL PRÓXIMO 20 DE NOVIEMBRE podéis solicitar vuestras citas para castrar en las siguientes clínicas/hospitales: 

  • Hospital Veterinario Animales de Compañía Málaga - P.º Marítimo Cdad. de Melilla, 7, 29016 Málaga - 952 22 61 28 
  • Clínica Veterinaria Jardín de la Abadía - C. Río Rocío, 1, 29002 Málaga - 952 32 04 43 
  • Clínica Veterinaria Solivet Veterinarios - C. Jose Maria Gonzalez Ruiz, 7, 29010 Málaga - 952 06 62 95 
  • Hospital Veterinario Kissa - Av. de Velázquez, 97, 29004 Málaga - 951 43 10 24 

Os pedimos que: 

  • Seáis concienzudos al rellenar las fichas de registro incluyendo el número de colonia correcto, especificando tanto vuestros datos como los datos de la colonia correctamente, número y dirección en la que la tenemos registrada. Sobre todo, para quienes tenéis más de una colonia.  
  • Control del número de gatos que lleváis a castrar en comparación con lo que habéis manifestado en la ficha de colonia. Si os aparecen más gatos de la cuenta nuevos, avisadnos, por favor. No pasa nada porque haya unos cuantos más, es normal que haya una camada imprevista, pero si el número de nuevos aumenta mucho, se debe actualizar. Se va a proceder a controlar semanalmente el número de gatos, en cuanto haya un exceso llamativo y nos den toque de atención, a la persona gestora se le interrumpirán las citas para las esterilizaciones hasta que actualice o comente qué ha pasado. 
  • Seáis responsables y solidarios con el uso de jaulas trampa de Aman: Una jaula no puede estar inactiva una semana si no tenéis citas. Hay muchas personas que no tienen jaulas propias y las necesitan. Sobra decir que se han de devolver limpias. 
  • Si alguien tiene tiempo y puede echar una mano con algo solo tiene que decirlo: disponibilidad de coche, enseñar a capturar a personas que empiezan, ir al zoosanitario para el control de gatos, realizar mediaciones...  
  • Por el bien de nuestras colonias: cacharros limpitos, horarios y lugares discretos, pienso seco.  

Os recordamos que: 

 

  • Durante la ejecución del CER se genera mucha documentación que tenemos que entregar para su revisión al Ayuntamiento, dado que es una subvención y son fondos públicos.  
  • El dinero está destinado íntegramente a castraciones: El coste de la castración es 30,00 euros macho y 55,00 euros hembra. Normalmente, con 40.000,00 euros solemos alcanzar entre 900-1000 gatos castrados. No existe presupuesto para otro tipo de gastos y todos los miembros tanto de junta directiva como aquellos que realizan labores de control de gatos en el zoosanitario, visitas a colonias, mediaciones, realizamos trabajos voluntariamente además de tener nuestras propias colonias, por lo que pedimos un poco de paciencia y comprensión en el sentido de que es mucha la documentación y casos que se tienen que gestionar solo por 5-6 personas como vosotros, es decir, no se trata de personal contratado, no recibimos ningún trato especial en cuanto a citas, entrada de animales en la protectora, precios aplicados, etc, pero sí nos obliga a dedicar horas diariamente.  
  • Aman tiene por objeto social única y exclusivamente la castración de gatos callejeros, no domésticos. Por lo que salvo abandonos o casos excepcionales, dichos gatos domésticos no son subvencionados por el ayuntamiento, de modo que os rogamos no llevéis gatos dóciles o en transportines a las clínicas.  
  • En base al punto anterior os recordamos que si dejáis por cualquier razón (no os juzgamos) vuestra colonia, nosotros no tenemos un listado de suplentes para cubrir vuestro lugar, es decir, no hay personas ni medios que puedan hacerse cargo, a menos que quienes dejéis la colonia conozcáis a alguien, motivo por el cual os limitamos al principio el número de colonias que abrís y os pedimos que fueseis cautos. 

Vamos a intentar que todos los que habéis tenido incidencias con los carnets o empezáis en colonias nuevas pero ya tenéis el 60% de la colonia castrado, tengáis el carnet lo antes posible. Intentaremos que este año la emisión de carnets sea mensual si hay un mínimo de 10 personas que cumplen el requisito del 60% de gatos castrados.  

 

Gracias por vuestra perseverancia pese a todas las adversidades, sabemos que es difícil y aunque se avanza, se hace tan poco a poco y llevamos tanto sacrificio en tiempo, en lo emocional y en dinero, que estamos desgastados para apreciar ese poco avance. Pero realmente existe: antes era impensable que un cabeza visible del ayuntamiento fuera a una mediación o que, pese a la denuncia de algún vecino, hayan visitado colonia y hayan llamado para "felicitar" y decir que todo ok. No es mucho y hay infinidad de cosas malas e infinidad de cosas que mejorar. 

 

Si sabéis de personas gestoras que no miren el correo o que no tengan fácil acceso a email, whatsapp o a redes sociales, por favor, avisadlas.  

 

Suerte y mucho ánimo.  

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Otra forma de mirar

Es habitual ver a gatos paseando tranquilamente por las calles de nuestras ciudades y pueblos, o encaramados a un muro, al sol, y viendo pasar a vecinos apresurados que ni se percatan de su presencia. Siempre vigilantes, ante cualquier peligro que pueda acecharles. Los gatos vienen compartiendo el entorno urbano con los seres humanos desde hace miles de años, pero no siempre y en todos los lugares, la relación ha sido buena. Si en el antiguo Egipto los gatos eran considerados animales sagrados, durante la Edad Media, fueron perseguidos con crueldad por asociarlos a la brujería. En la actualidad, hay ciudades o países donde ser gato callejero es un privilegio, como en Grecia, Túnez,  Roma o Estambul. Pero en general, con el desarrollo de las ciudades, la presencia de los gatos en las calles se percibe por muchos ciudadanos como un estorbo, una “plaga” a erradicar. Frente a ellos, un grupo minoritario de personas se compadece de estos animales proporcionándoles alimento y, a veces, refugios improvisados en solares abandonados, parques o jardines. El enfrentamiento entre ambos grupos es inevitable.

En  España, este enfrentamiento se ha resuelto mediante leyes y ordenanzas que favorecen a uno de los dos bandos. Las administraciones locales han venido utilizando el método de Captura-Sacrificio, que no ha resuelto el problema. Por lo general, los servicios municipales, se limitan a retirar a algunos de los gatos de la colonia,  por lo que en poco tiempo, los supervivientes de la redada vuelven a sustituir a los que han sido retirados con nuevas camadas. Y si se llega a retirar a toda la colonia, se produce el llamado “efecto vacío”: si se mantienen los recursos de la zona, gatos de las zonas vecinas empezarán a llegar y se iniciará de nuevo todo el proceso. Y es muy difícil eliminar estos recursos: basuras y desperdicios  de comercios y restaurantes, alimentadores de colonias, etc.

 

Desde hace ya algunos años en numerosas ciudades tanto en España como en otros países,  se viene utilizando un nuevo método de control de las colonias felinas urbanas: Captura-Esterilización-Suelta (CES), con gran éxito. Supone el control de las colonias  mediante su captura, normalmente con jaulas trampas, la esterilización en centros veterinarios, y su posterior suelta en su colonia de origen. Este método conlleva también un seguimiento permanente de la colonia, vigilando la incorporación de nuevos miembros, que deben ser capturados y esterilizados. Como afirma la Asociación Nacional Amigos de los Animales (ANAA), en su Informe sobre el trabajo con los gatos callejeros, las ventajas de  este método son inmediatas: estabiliza el tamaño de la colonia si por lo menos se esteriliza el 70 por ciento de los gatos adultos. Una esterilización cercana al 100 por ciento derivará en un descenso gradual de la población a medio y largo plazo. Además el fastidioso comportamiento asociado a los gatos callejeros se reduce drásticamente, es decir, los maullidos, escandalosos de peleas y del acoplamiento, así como el olor de los machos, que marcan su territorio. Al mismo tiempo, los gatos estériles tienden a vagar menos, por lo que se hacen menos visibles, sin embargo,  continúan  proporcionando un control natural de los roedores, lo que supone una gran ventaja en áreas urbanas. A nivel comunitario, al disminuir el número de gatos y sus crías, disminuye la llegada de estos animales a los refugios municipales, evitando así su sacrificio; y como consecuencia, supone un gran ahorro de los gastos de estos servicios municipales.

 

La implantación de este método requiere de la participación, colaboración y consenso de  cuatro partes implicadas: las protectoras de animales, los ayuntamientos, los cuidadores de las colonias y, en cuarto lugar, y no menos importante, los ciudadanos o vecinos cercanos a las colonias.

 

Pero también se necesita apoyo legal. Existen en España 17 leyes autonómicas de protección animal, a la que hay que sumar las ordenanzas de los ayuntamientos. Cataluña es la primera Comunidad Autónoma en la que se aprobó en el año 2008 una nueva ley de protección animal que,  si bien no recogía de forma expresa la protección de las colonias felinas urbanas, al implantar el sacrificio cero en los refugios municipales, obligaba a los Ayuntamientos a modificar sus Ordenanzas.  Unos años después, los Parlamentos autonómicos de Madrid y Galicia han aprobado nuevas leyes de protección animal (Madrid en el 2015, Galicia en el 2017), que ya recogen de forma explícita la protección de las colonias felinas urbanas y el sacrificio cero. Andalucía necesita  urgentemente una nueva ley de protección animal que permita a los Ayuntamientos dictar nuevas ordenanzas que establezcan otras alternativas al sacrificio de los animales acogidos en los refugios municipales, como es la autorización y protección de colonias de gatos esterilizados y el apoyo a las asociaciones que las gestionen. A pesar de ello, aún con la ley actual, y dentro del marco legal que ésta les permite, diversos Ayuntamientos de Andalucía han empezado a implantar, con la colaboración de asociaciones animalistas, el método CES en sus ciudades y pueblos, como ocurre en Málaga, Alhaurín de la Torre, Córdoba, Benalmádena, Cádiz…

 

En Andalucía, el 6 de abril pasado, Podemos Andalucía registró una proposición para la reforma de la Ley de Protección Animal 11/22003, de 24 de noviembre, en cuya redacción han participado diversos colectivos animalistas de Andalucía. Esta propuesta es un intento de dotar a Andalucía de una ley más acorde con una sociedad cada vez más exigente con medidas  políticas  que regulen las relaciones entre las comunidades humanas y los animales no humanos. Pretende una reforma en profundidad de la ley 11/2003, incluyendo no sólo a los animales de compañía, sino a la fauna silvestre y a los animales de consumo. En la propuesta se recoge,  al igual que en Madrid y en Galicia, el reconocimiento de las colonias felinas urbanas y su protección, y el sacrificio cero en los refugios municipales. 

 

            Pero el Consejo de Gobierno acaba de echar un jarro de agua fría sobre esta propuesta. En carta dirigida a la Mesa del Parlamento de Andalucía de 3 de mayo, rechaza íntegramente la proposición de ley presentada por Podemos. Justifica este rechazo calificándola de ser un texto generalista, que no aporta nada a la actual ley y que se encuentra plagada de definiciones confusas y contradictorias con otras recogidas en normas de rango legal. Coincido con el Consejo de Gobierno en que no se deben mezclar en una misma ley a los animales de compañía, con los animales de renta o consumo, o con la fauna y flora silvestre. Cada uno de estos ámbitos requiere de un tratamiento aparte y pormenorizado. Pero, señores y señoras del Consejo de Gobierno, ¿Nada hay de positivo en la proposición de ley presentada por Podemos? La propuesta presentada por este Partido prohíbe expresamente y sin excepciones,  las peleas de gallos, las competiciones de tiro de pichón, el empleo de animales en carruseles, ferias o circos,  los juegos o concursos con cerdos engrasados, los lanzamientos de pavos u otros animales, la suelta de palomas en fiestas o celebraciones, el mantenimiento de cetáceos en cautividad…. nada de esto figura en la ley 11/2003, es más, en ésta se permiten aún, las competiciones  de tiro de pichón “si están autorizadas por la Consejería competente en materia de deporte y bajo el control de la respectivas federación”, y las peleas de gallos que se celebren por motivo  “de selección de cría para la mejora de la raza realizadas en criaderos y locales debidamente autorizados con la sola asistencia de sus socios”. La proposición de ley reconoce, además, el derecho de las colonias felinas urbanas a ser protegidas y el sacrificio cero en los refugios municipales. Ambas propuestas evitarían el sacrificio masivo de los miles de animales que se recogen anualmente en los refugios municipales. Estos dos aspectos tampoco figuran en la actual Ley 11/2003. ¿Más novedades? Que los gatos y perros y primates no humanos no puedan utilizarse con fines experimentales; que la Junta de Andalucía incentive la investigación de métodos alternativos a la experimentación animal; que destine partidas presupuestarias a actividades encaminadas a la prevención del abandono de animales; que la venta de perros y gatos en los establecimientos comerciales se realice a través de catálogos y otros medios que no requieran su presencia física en las tiendas… Al mismo tiempo que el Consejo de Gobierno defiende que la actual ley de protección animal no está obsoleta, anuncia (?) que está en marcha una nueva Ley de Bienestar Animal de los Animales de Compañía que pretende “establecer un modelo de gestión integral en la protección de los animales de compañía en Andalucía, con el fin de lograr una mayor eficacia en el bienestar animal….” Creo que a todos los animalistas andaluces nos alegrará esta noticia y esperamos que la nueva Ley sea pronto una realidad, pero señores y señoras del Consejo de Gobierno, Andalucía ya no es pionera en la legislación de protección y bienestar animal, al menos en lo que se refiere a los animales de compañía. La Comunidad de Madrid y la de Galicia les han ganado la carrera. Aunque lo importante en este caso, no es quien llegue el primero a la meta, sino que “todos lleguen”.

 

Desde hace años, colectivos animalistas y voces particulares se alzan en defensa de otra forma de mirar a los animales no humanos. Marta Naussbaum, filósofa estadounidense, Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias 2012, defiende que  ni la condena contra la crueldad hacia los animales ni la mera compasión son suficientes para hacer justicia a los seres de otras especies que son tratados de manera abusiva e indigna. Es decir, que  más que compasión, lo que necesitan los animales no humanos es justicia. Sue Donaldson y Will Kymlicka, siguen la misma tendencia en su libro Zoopolis (2011). Para estos autores, el movimiento en defensa de los animales, tiene que ir encaminado a “desarrollar un nuevo marco moral que vincule directamente  el trato a los  animales con los principios  fundamentales de la justicia de la democracia liberal y los derechos humanos”.  No son optimistas; a pesar de que los movimientos en defensa de los animales han obtenido victorias parciales, consideran que, a nivel global,  han sido un fracaso: la expansión de la población humana sigue imparable, así como el desarrollo urbanístico,  mientras que el hábitat de la fauna salvaje disminuye y su población se ha reducido un tercio. Las granjas industriales no dejan de crecer. La explotación animal crece sin cesar. El poder económico parece ganar siempre. Sin embargo, han escrito el libro para dejar duella de aquello en lo que creen. Yo misma, que pertenezco a una pequeña asociación que tiene como objetivo la defensa de una coexistencia en paz de las colonias felinas urbanas con los seres humanos,  no siempre contemplo el futuro con optimismo, pero si miro para atrás, al año 2011, cuando iniciamos nuestra actividad, veo motivos para la esperanza. En todo caso, hay que seguir luchando. Por ellos, pero también por nosotros mismos. Por otra mirada.

 

Málaga, mayo de 2018

 

María Victoria Rodríguez Palomo

 

Blog - El Zoosanitario y la transparencia

La transparencia no ha llegado al Centro Zoosanitario Municipal de Málaga.

 

En el año 2013 Las Cortes Generales aprobaron la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, que obliga a todas las Administraciones Públicas así como a los órganos y entidades dependientes de ellas (también a partidos políticos, organizaciones empresariales, organizaciones sindicales….). Al tratarse de una norma básica, en su Disposición final novena establecía que en el plazo de un año los órganos de las comunidades Autónomas y Entidades Locales tendrían que adaptarse a las obligaciones contenidas en dicha Ley. En consecuencia, en el año 2014 el Parlamento de la  Junta de Andalucía aprobó la Ley 1/2014, de 24 de junio, de Transparencia Pública de Andalucía, que regula, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía, la transparencia de la publicidad activa y de derecho de acceso a la información pública, como medio para facilitar a los ciudadanos el conocimiento sobre las actividades de los poderes públicos y de las entidades con financiación pública. Entendiendo por publicidad activa la obligación para los poderes públicos de hacer pública por propia iniciativa la información pública de relevancia que garantice la transparencia de su actividad.

 

Así y en base a estos objetivos, en el artículo 9 de esta Ley, apartado 1 se establece que los poderes públicos y las entidades con financiación pública “publicarán de forma periódica, veraz, objetiva y actualizada la información pública cuyo conocimiento sea relevante para garantizar la transparencia de su actividad relacionada con el funcionamiento y el control de la actuación pública”. Y en su apartado 4, que “la  información pública objeto de publicidad activa estará disponible en las sedes electrónicas, portales o páginas web de las personas y entidades incluidas en el ámbito de esta ley”.

 

De acuerdo con ambas normas, el Ayuntamiento de Málaga informa en su web que “Siguiendo la Ley 19/2013, de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno  y la Ley 1/2014, de 24 de junio, de Transparencia Pública de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga ofrece de forma accesible y estructurada toda aquella información relacionada con la gestión de la actividad municipal y la utilización de recursos públicos.

 

Sin embargo, en la web del Centro Zoosanitario (http://centrozoosanitario.malaga.eu/) nos encontramos, sí con mucha información, pero no es del todo veraz ni objetiva ni cumple con uno de los principios básicos de la Ley 1/2014, el principio de veracidad, en cuya virtud la información pública ha de ser cierta y exacta. El Centro Zoosanitario se presenta como un Centro donde dice que se prestan los siguientes servicios: Recogida y transporte de animales abandonados y perdidos, acogida de animales entregados por sus propietarios que, por diferentes causas, no pueden hacerse cargo del animal, adopción de animales abandonados y perdidos que transcurrido el plazo legal no han sido rescatados por sus dueños, residencia temporal de perros, vacunación antirrábica de perros y gatos e identificación e inscripción en el Registro Municipal de Animales de Compañía. Es más, en el apartado “Preguntas frecuentes”, a la pregunta ¿Qué es el Centro Zoosanitario Municipal y cuáles son sus funciones? la respuesta es que se trata de “una dependencia del Ayuntamiento de Málaga y perteneciente al Área de Sostenibilidad Medioambiental que se encarga de recoger aquellos animales que han sido abandonados por sus propietarios o bien aquellos que no tienen dueños o están perdidos. De esta forma evitamos la presencia de perros y gatos vagabundos en las calles de nuestra ciudad. Pero también se hace cargo de aquellos animales que son entregados por sus propietarios porque por diferentes motivos no los puedan tener. En definitiva es un lugar de acogida. Por ello, el Centro Zoosanitario dispone de numerosos animales que son ofrecidos en adopción para que los ciudadanos que quieran tener una mascota puedan tenerla. Estos animales pueden verse tanto en el Centro como en nuestra Web. También existe servicio de residencia canina….”

 

La información que da el Centro Zoosanitario no es exacta porque cualquier persona que acceda a ella, no recibe la información de que los animales que entran en el Centro tienen que ser eutanasiados, por falta de espacio, si no son retirados por sus dueños o por Asociaciones Protectoras de Animales,  y  no salen en adopción. Se  insiste en que es un centro de acogida pero se elude hacer referencia a los sacrificios de los animales en el Centro. Según declaraciones del concejal de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento, Raúl Jiménez al periódico La Opinión de Málaga, el pasado día 11,  en el año 2016 se han sacrificado 547 perros y 555 gatos. Hace hincapié en que se ha reducido respecto a otros años, pero no dejan de ser datos escalofriantes que se van repitiendo cada año. 

 

Pero no es suficiente con que se dé esta información a la prensa, que no todo el mundo lee,  el Centro Zoosanitario de Málaga debería recoger, en cumplimiento de la Ley de Transparencia, que no es sólo un centro de acogida de animales, comparándose a los refugios de las Protectoras de Animales, sino que necesariamente, pasado un tiempo y no pudiendo dar cabida en el Centro a todos los animales acogidos, están obligados a eutanasiarlos, así como  publicar las cifras de animales sacrificados cada año. De igual modo, esta información debería aparecer en el propio Centro, en carteles bien visibles a los visitantes. No se trata de criminalizar al Centro y a sus trabajadores, ellos no son responsables del abandono de animales, pero esta información, mucho más exacta y veraz,  podría disuadir a muchas personas a entregar a su mascota y a muchas otras a animarlas a adoptar una antes que a comprar.

 

Otra información inexacta es la que se ofrece en el apartado “Convenios con asociaciones, entidades y organismos”. En su párrafo final se dice que “Actualmente se desarrolla un programa pionero de esterilización de colonias de gatos estables y controlados en vía pública en la ciudad de Málaga”. Bueno, no es que sea inexacta, es que no es verdad. El proyecto CES que puso en marcha el Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento en el año 2015 fue un fracaso, y lo fue porque se hizo sin escuchar a las asociaciones que más experiencia tenían en esta actividad. Sólo Aman en el años 2016 ha castrado 560 gatos, y en cinco años lleva cerca de 2.100 castraciones…, hay otras asociaciones y personas particulares realizando también esta actividad. Pero sin ayuda del Ayuntamiento.

 

En esta misma inexactitud cae también el Concejal de Sostenibilidad Medioambiental en sus declaraciones a La Opinión de Málaga cuando dice que la recogida de gatos callejeros se ha reducido en un 24% , atribuyendo esta reducción al “mantenimiento de una colaboración estrecha con colectivos y asociaciones de bienestar animal”. No es así, el proyecto CES se está realizando en Málaga por asociaciones y personas particulares sin apenas apoyo del Ayuntamiento a pesar de las muchas reuniones mantenidas con los responsables del área de Sostenibilidad Medioambiental. Hemos pedido que se autoricen las colonias de gatos y se niegan amparándose en la Ley de Protección Animal de Andalucía, ley que va dirigida a los animales de compañía, en cuyo ámbito no caben los gatos callejeros, pero, además, siguen retirando gatos de las calles, aún de colonias ya controladas, gatos fácilmente identificables por tener el corte en la oreja.

 

Pero hablar de una reducción del 24% es sólo un frío dato estadístico. Estamos hablando  que de 887 gatos ingresados en el Centro en el año 2016,  775 eran gatos callejeros, de los que se han sacrificado 555,  no aclara el Sr. Raúl Jiménez qué ha sido del resto, teniendo en cuenta que estos gatos no son fácilmente adoptables. Los responsables del Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento no dejan de insistir en que están a favor de la implantación del método CES en la ciudad, lo hacen en reuniones, jornadas, conferencias, medios de comunicación… se proclaman pioneros en España en la implantación de este proyecto, pero han tenido en su poder 775 gatos recogidos de la calle y han sacrificado 555… ¿por qué no han aplicado el método CES a estos gatos? Según informó el Director General de Medio Ambiente, Luis Medina-Montoya, en la última reunión sobre Bienestar Animal  a la que fuimos convocadas varias asociaciones, no se ejecutó todo el presupuesto asignado al Proyecto CES puesto en marcha por el Ayuntamiento. ¿Por qué no se destinó ese dinero a la esterilización de estos gatos y devolverlos de nuevo a su colonia de origen? ¿Por qué no se habló con las asociaciones que llevamos años realizando esta tarea para aprovechar esas capturas, para esterilizar y volver a soltar? Si el Ayuntamiento está tan a favor de darles a los gatos callejeros, por fin, una vida digna, por qué no reconvierte a sus trabajadores para que en lugar de dedicar su tiempo y esfuerzo en capturar a los gatos para su sacrificio lo hagan para que  sean esterilizados y devueltos a su colonia? 

 

Ahora el Área de Sostenibilidad Medioambiental se ha puesto a hablar del sacrificio cero en el Centro Zoosanitario. También en esto suspenden en el cumplimiento del principio de veracidad incluido en la Ley de Transparencia. Los responsables del Área saben que, en el caso de los perros, es muy difícil conseguir este objetivo a no ser que se endurezca a legislación y se establezca un régimen sancionador adecuado, que se establezca la esterilización obligatoria salvo para los criadores profesionales, la obligatoriedad de la identificación animal y su seguimiento, control sobre los centros de venta, tanto tradicionales como por Internet, facilitar la accesibilidad hacia los animales abandonados y campañas de concienciación de la población. Pero con los gatos si es posible el sacrificio cero, ya que más del 80% de los  gatos ingresados en el Centro vienen de la calle. Sólo con que se ponga en marcha de forma seria el Proyectos CES, que se autoricen las colonias de gatos controladas, que se apoye a las asociaciones y particulares y que el propio Ayuntamiento dedique sus recursos a este proyecto allí donde las asociaciones no puedan llegar. Es necesario un auténtico convencimiento por parte de los responsables del Ayuntamiento de un manejo más humano y racional de las colonias de gatos para que las cosas empiecen a cambiar.

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Blog - El Zoosanitario y la transparencia

La transparencia no ha llegado al Centro Zoosanitario Municipal de Málaga.

 

En el año 2013 Las Cortes Generales aprobaron la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, que obliga a todas las Administraciones Públicas así como a los órganos y entidades dependientes de ellas (también a partidos políticos, organizaciones empresariales, organizaciones sindicales….). Al tratarse de una norma básica, en su Disposición final novena establecía que en el plazo de un año los órganos de las comunidades Autónomas y Entidades Locales tendrían que adaptarse a las obligaciones contenidas en dicha Ley. En consecuencia, en el año 2014 el Parlamento de la  Junta de Andalucía aprobó la Ley 1/2014, de 24 de junio, de Transparencia Pública de Andalucía, que regula, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía, la transparencia de la publicidad activa y de derecho de acceso a la información pública, como medio para facilitar a los ciudadanos el conocimiento sobre las actividades de los poderes públicos y de las entidades con financiación pública. Entendiendo por publicidad activa la obligación para los poderes públicos de hacer pública por propia iniciativa la información pública de relevancia que garantice la transparencia de su actividad.

 

Así y en base a estos objetivos, en el artículo 9 de esta Ley, apartado 1 se establece que los poderes públicos y las entidades con financiación pública “publicarán de forma periódica, veraz, objetiva y actualizada la información pública cuyo conocimiento sea relevante para garantizar la transparencia de su actividad relacionada con el funcionamiento y el control de la actuación pública”. Y en su apartado 4, que “la  información pública objeto de publicidad activa estará disponible en las sedes electrónicas, portales o páginas web de las personas y entidades incluidas en el ámbito de esta ley”.

 

De acuerdo con ambas normas, el Ayuntamiento de Málaga informa en su web que “Siguiendo la Ley 19/2013, de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno  y la Ley 1/2014, de 24 de junio, de Transparencia Pública de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga ofrece de forma accesible y estructurada toda aquella información relacionada con la gestión de la actividad municipal y la utilización de recursos públicos.

 

Sin embargo, en la web del Centro Zoosanitario (http://centrozoosanitario.malaga.eu/) nos encontramos, sí con mucha información, pero no es del todo veraz ni objetiva ni cumple con uno de los principios básicos de la Ley 1/2014, el principio de veracidad, en cuya virtud la información pública ha de ser cierta y exacta. El Centro Zoosanitario se presenta como un Centro donde dice que se prestan los siguientes servicios: Recogida y transporte de animales abandonados y perdidos, acogida de animales entregados por sus propietarios que, por diferentes causas, no pueden hacerse cargo del animal, adopción de animales abandonados y perdidos que transcurrido el plazo legal no han sido rescatados por sus dueños, residencia temporal de perros, vacunación antirrábica de perros y gatos e identificación e inscripción en el Registro Municipal de Animales de Compañía. Es más, en el apartado “Preguntas frecuentes”, a la pregunta ¿Qué es el Centro Zoosanitario Municipal y cuáles son sus funciones? la respuesta es que se trata de “una dependencia del Ayuntamiento de Málaga y perteneciente al Área de Sostenibilidad Medioambiental que se encarga de recoger aquellos animales que han sido abandonados por sus propietarios o bien aquellos que no tienen dueños o están perdidos. De esta forma evitamos la presencia de perros y gatos vagabundos en las calles de nuestra ciudad. Pero también se hace cargo de aquellos animales que son entregados por sus propietarios porque por diferentes motivos no los puedan tener. En definitiva es un lugar de acogida. Por ello, el Centro Zoosanitario dispone de numerosos animales que son ofrecidos en adopción para que los ciudadanos que quieran tener una mascota puedan tenerla. Estos animales pueden verse tanto en el Centro como en nuestra Web. También existe servicio de residencia canina….”

 

La información que da el Centro Zoosanitario no es exacta porque cualquier persona que acceda a ella, no recibe la información de que los animales que entran en el Centro tienen que ser eutanasiados, por falta de espacio, si no son retirados por sus dueños o por Asociaciones Protectoras de Animales,  y  no salen en adopción. Se  insiste en que es un centro de acogida pero se elude hacer referencia a los sacrificios de los animales en el Centro. Según declaraciones del concejal de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento, Raúl Jiménez al periódico La Opinión de Málaga, el pasado día 11,  en el año 2016 se han sacrificado 547 perros y 555 gatos. Hace hincapié en que se ha reducido respecto a otros años, pero no dejan de ser datos escalofriantes que se van repitiendo cada año. 

 

Pero no es suficiente con que se dé esta información a la prensa, que no todo el mundo lee,  el Centro Zoosanitario de Málaga debería recoger, en cumplimiento de la Ley de Transparencia, que no es sólo un centro de acogida de animales, comparándose a los refugios de las Protectoras de Animales, sino que necesariamente, pasado un tiempo y no pudiendo dar cabida en el Centro a todos los animales acogidos, están obligados a eutanasiarlos, así como  publicar las cifras de animales sacrificados cada año. De igual modo, esta información debería aparecer en el propio Centro, en carteles bien visibles a los visitantes. No se trata de criminalizar al Centro y a sus trabajadores, ellos no son responsables del abandono de animales, pero esta información, mucho más exacta y veraz,  podría disuadir a muchas personas a entregar a su mascota y a muchas otras a animarlas a adoptar una antes que a comprar.

 

Otra información inexacta es la que se ofrece en el apartado “Convenios con asociaciones, entidades y organismos”. En su párrafo final se dice que “Actualmente se desarrolla un programa pionero de esterilización de colonias de gatos estables y controlados en vía pública en la ciudad de Málaga”. Bueno, no es que sea inexacta, es que no es verdad. El proyecto CES que puso en marcha el Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento en el año 2015 fue un fracaso, y lo fue porque se hizo sin escuchar a las asociaciones que más experiencia tenían en esta actividad. Sólo Aman en el años 2016 ha castrado 560 gatos, y en cinco años lleva cerca de 2.100 castraciones…, hay otras asociaciones y personas particulares realizando también esta actividad. Pero sin ayuda del Ayuntamiento.

 

En esta misma inexactitud cae también el Concejal de Sostenibilidad Medioambiental en sus declaraciones a La Opinión de Málaga cuando dice que la recogida de gatos callejeros se ha reducido en un 24% , atribuyendo esta reducción al “mantenimiento de una colaboración estrecha con colectivos y asociaciones de bienestar animal”. No es así, el proyecto CES se está realizando en Málaga por asociaciones y personas particulares sin apenas apoyo del Ayuntamiento a pesar de las muchas reuniones mantenidas con los responsables del área de Sostenibilidad Medioambiental. Hemos pedido que se autoricen las colonias de gatos y se niegan amparándose en la Ley de Protección Animal de Andalucía, ley que va dirigida a los animales de compañía, en cuyo ámbito no caben los gatos callejeros, pero, además, siguen retirando gatos de las calles, aún de colonias ya controladas, gatos fácilmente identificables por tener el corte en la oreja.

 

Pero hablar de una reducción del 24% es sólo un frío dato estadístico. Estamos hablando  que de 887 gatos ingresados en el Centro en el año 2016,  775 eran gatos callejeros, de los que se han sacrificado 555,  no aclara el Sr. Raúl Jiménez qué ha sido del resto, teniendo en cuenta que estos gatos no son fácilmente adoptables. Los responsables del Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento no dejan de insistir en que están a favor de la implantación del método CES en la ciudad, lo hacen en reuniones, jornadas, conferencias, medios de comunicación… se proclaman pioneros en España en la implantación de este proyecto, pero han tenido en su poder 775 gatos recogidos de la calle y han sacrificado 555… ¿por qué no han aplicado el método CES a estos gatos? Según informó el Director General de Medio Ambiente, Luis Medina-Montoya, en la última reunión sobre Bienestar Animal  a la que fuimos convocadas varias asociaciones, no se ejecutó todo el presupuesto asignado al Proyecto CES puesto en marcha por el Ayuntamiento. ¿Por qué no se destinó ese dinero a la esterilización de estos gatos y devolverlos de nuevo a su colonia de origen? ¿Por qué no se habló con las asociaciones que llevamos años realizando esta tarea para aprovechar esas capturas, para esterilizar y volver a soltar? Si el Ayuntamiento está tan a favor de darles a los gatos callejeros, por fin, una vida digna, por qué no reconvierte a sus trabajadores para que en lugar de dedicar su tiempo y esfuerzo en capturar a los gatos para su sacrificio lo hagan para que  sean esterilizados y devueltos a su colonia? 

 

Ahora el Área de Sostenibilidad Medioambiental se ha puesto a hablar del sacrificio cero en el Centro Zoosanitario. También en esto suspenden en el cumplimiento del principio de veracidad incluido en la Ley de Transparencia. Los responsables del Área saben que, en el caso de los perros, es muy difícil conseguir este objetivo a no ser que se endurezca a legislación y se establezca un régimen sancionador adecuado, que se establezca la esterilización obligatoria salvo para los criadores profesionales, la obligatoriedad de la identificación animal y su seguimiento, control sobre los centros de venta, tanto tradicionales como por Internet, facilitar la accesibilidad hacia los animales abandonados y campañas de concienciación de la población. Pero con los gatos si es posible el sacrificio cero, ya que más del 80% de los  gatos ingresados en el Centro vienen de la calle. Sólo con que se ponga en marcha de forma seria el Proyectos CES, que se autoricen las colonias de gatos controladas, que se apoye a las asociaciones y particulares y que el propio Ayuntamiento dedique sus recursos a este proyecto allí donde las asociaciones no puedan llegar. Es necesario un auténtico convencimiento por parte de los responsables del Ayuntamiento de un manejo más humano y racional de las colonias de gatos para que las cosas empiecen a cambiar.

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